domingo, 15 de noviembre de 2009

LA AVENTURA DE SER DOCENTE

“LA AVENTURA DE SER MAESTRO”
Estimado tutor y compañeros, la lectura "La aventura de ser maestro" en verdad me hizo recordar parte de mi historia como docente, estoy totalmente de acuerdo con M. Esteve José, cuando expresa que se aprende a ser profesor por ensayo y por error, cuando el docente no está formado en el nivel educativo donde inicia sus primeras experiencias, o no tiene el pleno dominio de los contenidos del programa de estudios que tiene que compartir con los alumnos, buscando la manera de que lo aprendan y puntualizo en este punto porque al igual que otros problemas es una parte angustiante del docente de cómo hacerlo.
Cuando un docente egresa de una Escuela Normal de Educación Primaria, teóricamente tiene un pleno dominio, de cómo enseñar, que tipo de motivación va a utilizar en sus estrategias didáctica, qué recursos didácticos, técnicas de la enseñanza y dinámicas grupales, qué método y cómo va a evaluar. Esto lo aprenden en los años de normal cuando fueron alumnos. En este sentido el trabajo es más ordenado; lo expreso de ésta manera porque así egresamos en nuestra generación, que fue de 4 años y empezamos a realizar nuestras prácticas desde el primer semestre, primero con observaciones de la práctica docente y en el segundo semestre empezamos a visitar las instituciones de educación primaria con prácticas intensivas de una semana, bajo la observación y dirección del profesor del grupo y con nuestras maestras y maestros de didáctica, de planeación y elaboración de materiales didácticos. Con esta formación egresamos con bases firmes en ese sentido, sin embargo la vida organizativa de una institución lo desconocemos, como integrar la sociedad de padres de familia, de alumnos, cómo diseñar un plan de trabajo, y cómo realizar gestorías para resolver la problemática de infraestructura. Entonces si aprendemos con el ensayo y el error. Así mismo me atrevo a citar algunas experiencias que tuve como docente y que coincide con el autor en relación a la falta de perfil profesiográfico en la educación secundaria; en este aspecto por necesidades de tipo familiar tuve que dejar de ser profesora de educación primaria para incursionar en la educación secundaria, cuando escasamente cursaba el 3o año de la especialidad de historia, recuerdo que era muy fuerte en el pleno dominio de saber utilizar la motivación, comunicarme con los alumnos sin ningún problema, sin embargo si aprendí del ensayo y error cuando inicie mis primeras clases no tenía un pleno dominio de los contenidos temáticos del programa y tuve que ir aprendiendo a la par con mis alumnos, pero después de 3 años cuando egresó la primer generación de la institución yo sentí que ya me había graduado al igual que mis alumnos. Cuando incursioné nuevamente en la docencia fue como jefa de enseñanza de civismo de los maestros de tres zonas escolares, aquí verdaderamente aprendí a escuchar a mis compañeros que recibían mis comentarios, observaciones y propuestas de cómo trabajar cierto contenido del programa de civismo, esta etapa la considero que a partir de aquí empecé a diseñar mi propia identidad como docente, porque me preocupaba de sobremanera como podía ayudar a los maestros en los distintos temas, cómo hacerlos pensar, sentir, y a hacer pensar y sentir, en este rubro fue cuando más crecí en virtud de tener conocimientos de una maestría y doctorado en educación, entonces en mi actuar había una gran fortaleza y un verdadero empeño con los maestros, aprendí a escucharlos porque yo ya había sido docente. Pero en verdad cuando dibujé mi verdadera identidad fue cuando impartía laboratorio de docencia con los alumnos del Centro de Actualización de Magisterio Chilpancingo, en la especialidad de ciencias sociales, en este espacio de mi vida inicié la libertad de ser profesor porque yo elaboraba mis antologías, diseñaba mis lecturas, secuencias didácticas, rasgos a evaluar, y entonces logré diseñar mi propia personalidad de ser maestra. Este proceso como lo expresa en autor no es fácil, pero lo primero que debemos hacer es reconocer nuestras deficiencia, diseñar estrategias de cómo subsanarlas y a partir del reconocimiento de que existen problemas, es cuando verdaderamente avanzamos. Considero que los maestros de hoy nunca vamos a dejar de aprender, lo importante es que continuamente nos estemos actualizando para enfrentar el verdadero reto del Sistema Educativo en nuestros Estados.
También viví la experiencia y el nerviosismo de que el contenido que había preparado me fuera suficiente para evitar que los alumnos me preguntaran contenidos que desconocía, y me refiero cuando terminé mi especialidad de historia y me titulé con el beneficio de los mejores promedios, pero tuve que hacer el servicio social como docente adjunta a un titular de historia de México, y en verdad me sentía insegura en algunos contenidos que teníamos que enseñar y no los dominaba para seleccionar un contenidos que lo pudiera bajar de manera entendible para nuestros alumnos de la especialidad.
Hoy considero que ya tengo mi identidad bien definida por mis alumnos, de la especialidad, que los escucho y vivo el momento cuando ellos mismos interactúan y juntos construimos nuevos conocimientos. En verdad es una grata experiencia cuando llegas a estas conclusiones de tu aventura de ser maestro.
Expreso el razonamiento y diálogo son las mejores armas, junto con el convencimiento de que los alumnos no son nuestros enemigos a vencer, considero que los alumnos son esencialmente razonables. Coincido con el autor cuando nos dice en su lectura que somos maestros de humanidad.
Saludos
Elena Bailón Cortez
Grupo 229


MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
Ser docente constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social, al servicio de un desarrollo humano más armonioso, más genuino, para hacer retroceder la pobreza, la exclusión las opresiones etc. La pregunta es ¿cómo se logra ser un excelente Docente? Y tal y como el autor José M. Esteve lo menciona, lo logramos con el tiempo a través del ensayo y del error.
No hay acción alguna que no se aprenda mediante la repetición y la perseverancia, es así como aprendemos y en lo particular es como llegue a impartir clases de calidad, aprendí a conocer los grupos, los temas y a los compañeros que tenía a mí alrededor.
Ser profesor es compartir la convicción, la reflexión y las propuestas, tener presente que ante todo los niños y los adolescentes, tomaran el relevo de las generaciones adultas, el ser docente es también un clamor de amor por la infancia, por la juventud a la que tenemos que integrar en nuestras sociedades en el lugar que les corresponde, en el sistema educativo indudablemente, pero también en la familia, en la comunidad, en la nación. Para que en las dediciones políticas económicas, financieras o educativas siempre los tengamos en cuenta, parafraseando las palabras del poeta, el niño es el futuro del hombre. Es en esta parte donde hago resaltar que los maestros deben ser humanos.
Como docentes debemos entender que los programas escolares cada vez están mas recargados, por tanto, será necesario escoger, en una clara estrategia de reforma, pero a condición, de preservar los elementos esenciales de una educación básica, que enseñe a vivir mejor mediante el conocimiento, la experimentación y la formación de una cultura personal. Tenemos la misión de permitir a todos sin excepción hacer fructificar sus talentos y todas sus capacidades de creación, que implica que cada uno puede responsabilizarse de si mismo y que pueda realizar un proyecto personal que permita avanzar, decidir su futuro, su carrera y tener notables descubrimientos y progresos científicos.
El ser maestro es cumplir una función esencial en el desarrollo del los individuos y de las sociedades. No es un remedio milagroso ni una formula mágica que nos abra las puertas de un mundo en el que vayan a realizarse todos los ideales, pero es uno de los principales medios disponibles para propiciar una forma mas profunda y armoniosa de desarrollo humano y reducir así la pobreza, la exclusión, la ignorancia la opresión y la guerra.
La educación durante la vida permite, sencillamente, ordenar distintas etapas, preparar las transiciones diversificar y valorizar las trayectorias, así concluyo que la tarea que tenemos no es fácil, que si al algún momento equivocamos la carrera y tuvimos dificultades en nuestros inicios, es tiempo de reconsiderar pero nunca creer que nosotros somos unos sabios así podremos ayudar a nuestros alumnos siempre a elegir y enfocarlos a los que mas les guste desarrollar.

Elena Bailón Cortez

Grupo 229

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